- Abuela, cómo puedo vivir esta cuarentena?
- Hija mía, la cuarentena es un período especial, misterioso y sagrado. En mi día, los niños recién nacidos solo podían salir de la casa por primera vez después de sus 40 días de vida. Es un período de espera y preparación para una nueva vida. Es el período que produce un gran cambio.
- Y cómo te preparas para este cambio?
- Con acciones simples, genuinas y afectuosas. Cada mañana peina tu cabello largo con dedicación y desata todos los nudos, incluso los más ocultos que siempre has descuidado. Es hora de poner todos los nudos en el peine. Luego dedícate a desenredar incluso tus queridas madejas. Con paciencia, e intentarás encontrar el final de la madeja, el punto exacto de partida del hilo. Ya con estas acciones simples pero poderosas crearás orden fuera y dentro de ti. Deshaciendo nudos físicos con las manos comenzarás a tocar tus nudos internos.
- Y después de deshacer los nudos, qué puedo hacer abuela?
- Mata a todas las partes de ti que ya no son fértiles. En muchos ritos funerarios de pueblos antiguos se cree que el difunto abandona el cuerpo totalmente solo en el 40° día después de su muerte. Antes de este día tiene lugar la liberación del cuerpo. Poco a poco, en estos 40 días, hija mía, córtate el pelo, quema las cartas que te escribieron y que ya no son parte de tu vida, elimina la ropa que no has usado durante mucho tiempo o la que ya no quieres usar, abre bien las ventanas de tu hogar para dejar salir el aire viciado, cultiva nuevos pensamientos al abandonar los viejos, dedicados a crear nuevos hábitos, nuevas costumbres, nuevas tradiciones.
- Abuela, me temo que después de este aislamiento nada cambiará. El hombre olvida rápidamente...
- Cómo reaccionarán los demás ante esta cuarentena no es asunto tuyo. Comprométete a cambiar y no olvidar. Asegúrate de que esta tormenta te sacuda tanto que revolucione por completo tu vida.
*Desconozco al autor.
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