Gustavo Panter González
Ciertamente, casi ha sido una bendición. No deja de ser inquietante –un epojé
de irrealidad radical– un hecho paradójico de que el coronavirus, con su escandalosa
fragilidad cuando actúa como ser vivo, y su espantosa fortaleza cuando se cristaliza
para pasar desapercibido ante los test de detección.
Fruto de la «transparencia administrativa» y de la sobre-información, y del pánico que ambos han
inducido, ocurre que desde que existe el Covid-19 pareciera que ya no se 'muere nadie'.
Mucha gente ha consultado el portal de estadísticas del coronavirus:
www.worldometers.info/coronavirus. Pero poca ha sido la gente que se ha percatado de las inaceptables
cifras de muertes por otras causas, expuestas en el mismo portal www.worldometers.info/es:
a) 41.427 muertes por coronavirus (desde el 30 de enero cuando la OMS decretó la
pandemia), versus 19.307 han muerto de hambre hoy (martes 31 de marzo de 2020).
b) 842.801 personas contagiadas por
coronavirus versus 841.945.237 Personas desnutridas en el mundo.
c) 31.599 (5%) personas en estado crítico por la pandemia versus las 209.090
muertes por enfermedades ligadas al agua este año, amén de
las ¡802.297.226 personas que padecen sed y sin acceso a agua potable!
Con éste epojé pareciera que no ocurriese nada en el mundo
Ya no hay infartos ni suicidios, ni cáncer ni otras gripes, ni bombardeos ni refugiados, ni terrorismo ni
nada. Desapareció aparentemente la problemática del cambio climático, y el acoso capitalista para
con la naturaleza con sus 'maquilas depredadoras', cuando se invisibilizan:
d) las 2.980.066 hectáreas de Desertificación este año
e) las 1.291.530 hectáreas de Deforestación este año
f) las 8.973.029.906 Emisiones de CO2 este año (tons.)
Y si de estadísticas de muerte se trata, retomemos de nuevo las 'inaceptables
cifras' de www.worldometers.:
g) 1.887.594 Muertes de niños < 5 años este año
h) 10.555.321 Abortos este año
i) 76.757 Madres muertas durante el parto este año
1/2j) 417.468 Muertes causadas por HIV/SIDA este año
k) 243.589 Muertes por malaria este año
l) 1.241.443 Muertes causadas por fumar este año
m) 621.115 Muertes causadas por alcohol este año
n) 266.305 Suicidios este año
ñ) 335.232 Muertos por accidentes de transito este año
Éste epojé ha paralizado al mundo; vivimos un estado de excepción, una cuarentena planetaria.
La humanidad está a la espera para hacer un paréntesis con esta
pandemia
Agradecidos quizás deberíamos estar por esta dificultad que padece la humanidad, y para el caso
conviene recordar y valga parafrasear in extenso al apóstol Pablo en su carta a los romanos:
«debemos sentirnos orgullosos de vivir estas dificultades, porque gracias a estas podremos
desarrollar constancia y con esta constancia podremos desarrollar nuevas
virtudes.» (Rom 5,3-4)
de esta forma y al tratar de aliviar las penas casi dichosos de este «paréntesis tembloroso» que nos
invita a dar por pérdida a la especie humana nunca debemos perder la fe alimento de la esperanza.
Aprovechemos pues, el régimen de confinamiento voluntario, para degustar una pascua de
Resurrección, una Última Cena, en el cenáculo de nuestros respectivos hogares para curar nuestras
penas y cultivar una espiritualidad de comunión en remembranza a aquel encuentro que tuvo
el carpintero de nazareth con sus amigos, a objeto de que recapacitemos y nos propongamos todos,
creyentes o no de esa Realidad Última que nos dotó de inteligencia y razón, de fe y esperanza para
darnos un voto de confianza como ciudadanos planetarios, la humanidad en pleno, actuando en un
solo cuerpo y en un solo espíritu.
Saludos y bendiciones,
República Bolivariana de Venezuela – Caracas – Copyleft 2020
Ciertamente, casi ha sido una bendición. No deja de ser inquietante –un epojé
de irrealidad radical– un hecho paradójico de que el coronavirus, con su escandalosa
fragilidad cuando actúa como ser vivo, y su espantosa fortaleza cuando se cristaliza
para pasar desapercibido ante los test de detección.
Fruto de la «transparencia administrativa» y de la sobre-información, y del pánico que ambos han
inducido, ocurre que desde que existe el Covid-19 pareciera que ya no se 'muere nadie'.
Mucha gente ha consultado el portal de estadísticas del coronavirus:
www.worldometers.info/coronavirus. Pero poca ha sido la gente que se ha percatado de las inaceptables
cifras de muertes por otras causas, expuestas en el mismo portal www.worldometers.info/es:
a) 41.427 muertes por coronavirus (desde el 30 de enero cuando la OMS decretó la
pandemia), versus 19.307 han muerto de hambre hoy (martes 31 de marzo de 2020).
b) 842.801 personas contagiadas por
coronavirus versus 841.945.237 Personas desnutridas en el mundo.
c) 31.599 (5%) personas en estado crítico por la pandemia versus las 209.090
muertes por enfermedades ligadas al agua este año, amén de
las ¡802.297.226 personas que padecen sed y sin acceso a agua potable!
Con éste epojé pareciera que no ocurriese nada en el mundo
Ya no hay infartos ni suicidios, ni cáncer ni otras gripes, ni bombardeos ni refugiados, ni terrorismo ni
nada. Desapareció aparentemente la problemática del cambio climático, y el acoso capitalista para
con la naturaleza con sus 'maquilas depredadoras', cuando se invisibilizan:
d) las 2.980.066 hectáreas de Desertificación este año
e) las 1.291.530 hectáreas de Deforestación este año
f) las 8.973.029.906 Emisiones de CO2 este año (tons.)
Y si de estadísticas de muerte se trata, retomemos de nuevo las 'inaceptables
cifras' de www.worldometers.:
g) 1.887.594 Muertes de niños < 5 años este año
h) 10.555.321 Abortos este año
i) 76.757 Madres muertas durante el parto este año
1/2j) 417.468 Muertes causadas por HIV/SIDA este año
k) 243.589 Muertes por malaria este año
l) 1.241.443 Muertes causadas por fumar este año
m) 621.115 Muertes causadas por alcohol este año
n) 266.305 Suicidios este año
ñ) 335.232 Muertos por accidentes de transito este año
Éste epojé ha paralizado al mundo; vivimos un estado de excepción, una cuarentena planetaria.
La humanidad está a la espera para hacer un paréntesis con esta
pandemia
Agradecidos quizás deberíamos estar por esta dificultad que padece la humanidad, y para el caso
conviene recordar y valga parafrasear in extenso al apóstol Pablo en su carta a los romanos:
«debemos sentirnos orgullosos de vivir estas dificultades, porque gracias a estas podremos
desarrollar constancia y con esta constancia podremos desarrollar nuevas
virtudes.» (Rom 5,3-4)
de esta forma y al tratar de aliviar las penas casi dichosos de este «paréntesis tembloroso» que nos
invita a dar por pérdida a la especie humana nunca debemos perder la fe alimento de la esperanza.
Aprovechemos pues, el régimen de confinamiento voluntario, para degustar una pascua de
Resurrección, una Última Cena, en el cenáculo de nuestros respectivos hogares para curar nuestras
penas y cultivar una espiritualidad de comunión en remembranza a aquel encuentro que tuvo
el carpintero de nazareth con sus amigos, a objeto de que recapacitemos y nos propongamos todos,
creyentes o no de esa Realidad Última que nos dotó de inteligencia y razón, de fe y esperanza para
darnos un voto de confianza como ciudadanos planetarios, la humanidad en pleno, actuando en un
solo cuerpo y en un solo espíritu.
Saludos y bendiciones,
República Bolivariana de Venezuela – Caracas – Copyleft 2020
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